Lámparas de dormitorio

Si quieres iluminar tu dormitorios con estilo y personalidad. Aquí tienes algunos consejos que te serán de gran ayuda:

• Valora la función y el ambiente: Antes de elegir las lamparas del dormitorio, piensa en cómo vas a utilizar el dormitorio. Utiliza diferentes fuentes de luz para crear una iluminación en capas que se adapte a diferentes necesidades y atmósferas en el dormitorio.
• Iluminación general: Proporciona una iluminación general suave y uniforme en todo el dormitorio. Puedes lograrlo mediante una lámpara de techo, plafones o focos empotrados que dispersen la luz de manera uniforme.
• Iluminación de tareas: Cuenta con las lámparas adecuadas para las actividades que vayas a realizar, como leer o trabajar en un escritorio. Los apliques de pared con lector o lámparas de mesita son ideales para proporcional la luz adecuada.
• Iluminación de ambiente: Para crear una atmósfera acogedora en el dormitorio podemos optar por apliques de luz indirecta o tiras LED detrás de los muebles. Instalar una lámpara suspendida sobre la mesita también es una gran opción.
• Iluminación de acento: Resalta elementos decorativos en el dormitorio, como un cuadro, una pared decorativa o un mueble. Puedes utilizar focos empotrables direccionales o carriles para destacar estos elementos y crear un efecto impactante.
• Controla la luz: Si es posible, opta por lámparas regulables en intensidad para tener control sobre la cantidad de luz en el dormitorio. Esto te permitirá ajustar la iluminación según tus necesidades y crear diferentes ambientes según la ocasión.

Los lúmenes recomendados para una correcta iluminación de un dormitorio pueden variar según varios factores, como el tamaño de la habitación, los colores de la decoración y las zonas específicas que deseemos iluminar en función de su uso.

No obstante, estos niveles te pueden servir como una guía general.

• Iluminación general: Se recomienda un rango de entre 100 a 200 lúmenes para una iluminación general adecuada. Lo ideal es lograrlo mediante una o varias fuentes de luz, como lámparas de techo, plafones o focos empotrados.
• Iluminación puntual o de función: Para realizar ciertas tareas especificas en un dormitorio, como puede ser leer o trabajar, es recomendable contar con una iluminación puntual. Un nivel de alrededor de 150 lúmenes es suficiente para leer en la cama, mientras que para trabajar en un escritorio, lo ideal sería tener entre 500 y 800 lúmenes.
• Iluminación de armarios: En muchos dormitorios, también suele haber una zona de armarios o estanterías. Lo ideal es contar con focos, regletas o tiras LED específicamente diseñadas para iluminar esta área. Un nivel de luz de entre 400 y 500 lúmenes sería adecuado para proporcionar una iluminación óptima.